La prohibición de las criptomonedas en China: un espectacular cambio de sentido 🤯

Ah, sí. Porcelana. Una nación que lucha eternamente con los hijos rebeldes de las finanzas. Esta vez, siete de sus gremios financieros más estimados -un verdadero comité de estricta autoridad- han emitido conjuntamente una advertencia, un pronunciamiento, un suspiro de exasperación sobre estas… cosas digitales. Es la represión más completa desde 2021, ese año en el que se le mostró la puerta a las criptomonedas de manera cortés pero firme.

Estas asociaciones, que representan todo, desde la banca hasta los futuros (y, deliciosamente, incluso las «finanzas de Internet», sea lo que sea que eso implique exactamente) decretan que todas las tonterías relacionadas con las criptomonedas (las stablecoins, los misteriosamente tentadores «airdrops», el valiente negocio de la minería y, más específicamente, esta novedosa «tokenización de activos del mundo real (RWA)»), están, digamos, mal vistas. Una ilegalidad, de hecho. Un verdadero pecado contra el orden financiero. 😉

La tokenización de RWA entra en la mira regulatoria

El decreto oficial, emitido con la solemnidad apropiada para tales asuntos el 5 de diciembre, lo deja perfectamente claro: los reguladores chinos no han otorgado su bendición a ninguna travesura de RWA. Se deduce que esta es la primera andanada oficial lanzada directamente contra estos tokens que prometen llevar el mundo mundano de los activos al reino efímero de la cadena de bloques. Qué… ambicioso.

Un erudito investigador nos recuerda que este tipo de movilización colectiva no ha ocurrido desde el 24 de septiembre de 2021. Esa fue la gran expulsión, el aviso de diez departamentos gubernamentales sobre los peligros de la «especulación del comercio de divisas virtuales». ¿El resultado? Un éxodo masivo de intercambios y una caída bastante dramática del 75% en la participación de China en el hashrate global de Bitcoin. Uno se imagina a las granjas de servidores derramando una lágrima colectiva.💧

Esta acción, naturalmente, ocurre justo cuando el mercado global de RWA crece a más de 30 mil millones de dólares, impulsado por actores importantes como el fondo BUIDL de 2 mil millones de dólares de BlackRock. Están tokenizando cosas a diestro y siniestro y ofreciéndolas como garantía en todo tipo de intercambios. Una muestra verdaderamente deslumbrante de las finanzas modernas. Excepto, por supuesto, no en China.

Los reguladores, al parecer, temen que la tokenización de RWA pueda convertirse en un conducto bastante inteligente para la fuga de capitales. La posibilidad de convertir activos en tokens, trasladarlos a billeteras en el extranjero e intercambiarlos por… moneda extranjera es, evidentemente, profundamente inquietante. Se sospecha que un toque de paranoia nunca está lejos de la mente financiera china.🧐

La aplicación de la ley se endurece con la coordinación entre múltiples agencias

El decreto reitera, con encomiable firmeza, que las monedas virtuales, incluidas las que proliferan sin cesar como «monedas estables» e incluso la vagamente sospechosa «moneda Pi», no tienen curso legal. Sin emisión, sin intercambio, sin recaudación de fondos, al menos dentro de China continental. Y ni siquiera pensar en utilizar empresas extraterritoriales con empleados basados ​​en China para eludir estas reglas. No, no, no.

Esta severidad se produce tras una reunión del 28 de noviembre de altos funcionarios del gobierno, que declararon que las monedas estables eran una forma de moneda virtual lista para ser procesada. Una afirmación bastante definitiva, ¿no le parece?

Un informe de diciembre reveló un aumento anual del 37% en el lavado de dinero relacionado con activos virtuales. Se supone que es motivo suficiente para apretar los tornillos. Una estadística sombría, sin duda.

La declaración conjunta de las siete asociaciones establece lo que los analistas llaman un «bloqueo en cuatro niveles». Un término bastante dramático, que sugiere una Línea Maginot financiera: cortar la minería, bloquear las rutas de pago de las monedas estables, sellar el acceso a RWA y erradicar esquemas fraudulentos como Pi Network. Totalmente despiadado.

Y, naturalmente, se hace una clara distinción con Hong Kong, ese bastión de la criptoamigabilidad, con una severa advertencia al «personal continental de proveedores de servicios de moneda virtual extraterritoriales». Mientras tanto, China continúa promoviendo su yuan digital (e-CNY), una alternativa bastante predecible y aprobada por el Estado.

Hong Kong, siempre rebelde, lanzó su régimen de licencias para monedas estables en agosto de 2024, presentando 80 solicitantes (se espera la aprobación en 2026, naturalmente). Plataformas como HashKey y OSL continúan operando, mientras que se permiten pilotos de RWA, pero solo para activos en el extranjero y usuarios fuera del continente. Un compromiso hábilmente delineado.

El descontento juvenil hierve bajo la superficie

Como era de esperar, la prohibición ha encendido un acalorado debate en línea, especialmente entre los inversores jóvenes que sueñan con riquezas fáciles. Un análisis de BigNews destacó su frustración, alimentada tanto por el reciente ascenso de Bitcoin como por el clima regulatorio relativamente permisivo en los EE. UU. ¿Un caso de FOMO financiero, tal vez? 🤔

Los foros en línea bullen de decepción por esta brecha cada vez mayor entre China y Occidente. Los críticos lamentan que estas prohibiciones generales sofoquen la innovación en el proceso de proteger a los inversores. Un lamento familiar que, sospecho, seguirá resonando en todo el panorama digital.

2025-12-08 03:47