
Con cada día que pasa, los indicadores del mercado susurran Oscury Ours, sugiriendo que Pi podría caer más allá de su umbral actual, más allá del punto de no retorno. Es como ver cómo se desarrolla una tragedia, solo los actores son líneas de código, y la tragedia es interminable. El MACD, esa misteriosa y arcana herramienta, es un caos inminente, un crossover que podría marchar PI directamente al abismo. La gente está rezando por un milagro, pero todo lo que pueden obtener es una fallas que fractura la frágil esperanza de recuperación. ¿Y si eso sucede? Bueno, la carnicería sería espectacular, como un espectáculo de fuegos artificiales que salió irremediablemente equivocado. 🎆