¡No creerá lo que realmente está haciendo el fondo de $ 100 millones de PI Network con sus tokens!

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Hoy, la Fundación PI se despertó de su siesta de la tarde, interrumpida por la ambición empresarial, y con una floritura que derribó su samovar desde la mesa, anunció un esfuerzo conocido como PI Network Ventures: un fondo de $ 100 millones para lanzar en las nuevas empresas y las empresas con la esperanza de que algo, cualquier cosa, impulsaría la adopción de la PI Token PI Token. 🚀✨
Por supuesto, esta no es una suma ordinaria extraída de un gran abrigo en mal estado: el cofre del tesoro viene a medio lleno de tokens Pi (que, la leyenda lo tiene, podría ser cambiado por pan algún día) y la mitad con dólares reales. Todo obtuvo del 10% del precioso suministro de PI ardilla en las reservas de la fundación, solo en caso de que alguien viniera a buscarlo.

Los $ 100 millones: ¿se multiplicará o simplemente horneará algunos pasteles?

¿Por qué ahora, preguntas? Acaban de abrir las puertas al gran salón de baile de su red, dejando que todo y estilado se conecten, el comercio y, presumiblemente, cotillee sobre el té. PI Network Ventures afirma que apoyará a todos, desde fundadores de startups torpes hasta los grandiosos soñadores de la Serie B, siempre que promete meter tokens PI en sus productos, servicios o libros de contabilidad (preferiblemente en ese orden).

Dazzlingly, they’ll sprinkle funds across spectrums so broad you’d think a magistrate’s budget was at play: AI, fintech, ecommerce, gadgets that beep and boop, and—just for kicks—anything that involves embedded payments. If you’ve figured out how to use Pi tokens to pay your local fishmonger, they want in.

But wait—lest you confuse this with any old blockchain hustle: they insist on “Silicon Valley-style” vetting. Imagine, if you will, a room full of bearded men pondering slideshows, but now with more Pi tokens than sense. Most investments will be in Pi tokens, not the boring old capitalist fiat, so everyone’s incentive is “aligned.” Or tangled. Who can say?

According to the Foundation—whose optimism is rivaled only by a Russian postmaster—the aim is to make people actually use Pi, so its tens of millions of badge-waving, KYC-verified followers can unite, presumably for glory and perhaps for a sandwich. The mythical $100 million will not be dumped onto the first poor soul with a business plan scrawled on a napkin. It will be dispensed, occasionally, if someone impressive shuffles through the door.

All in all, a daring leap toward reality, as Pi tries to evolve from daydream to decentralized Goliath. Whether the cake gets baked or burnt, only the great oven of time will reveal. 🥧⏳

2025-05-14 20:09